Mira, esto no admite discusión. Para romperla con tu negocio deportivo y forrarte, necesitas clientes.
Y los clientes llegan a tu negocio deportivo movidos por lo mismo que se movían nuestros antepasados.
Mucho no hemos cambiado. Por dentro seguimos funcionando igual que hace miles de años.
Entenderlo implica más y mejores clientes para tu negocio.
Por cierto, enseño sobre esto a quienes se suscriben a mi lista.
A quienes no se suscriben, no.
Es por aquí: